martes, 25 de enero de 2011

Pole dance, el ejercicio más sexy




En la ciudad de los rascacielos arrasa y famosas como Kate Moss, Demi Moore, Jennifer Aniston y Natalie Portman modelan su cuerpo practicando pole dance, la manera más sexy de hacer ejercicio en un tubo vertical.

Desde que Demi Moore filmó la película Striptease, el tubo americano, íntimamente ligado a las strippers y a los espectáculos de "alto voltaje" de los clubes nocturnos, se ha ido instalando en luminosos gimnasios de última generación, donde ejecutivas, universitarias, amas de casa o freelancers modelan su cuerpo.

Modela tus músculos

Algunas de las bondades que ofrece el pole dance son quemar calorías, tonificar los músculos, adquirir fuerza y estilizar la figura, por eso es que esta disciplina vuelve locas a muchas modelos y actrices de Hollywood.

Ahora, el tubo vertical deja de vivir en la clandestinidad y se pone al servicio del pole dance, la última sensación en Nueva York, Londres y París, para modelar piernas, brazos, abdomen y dorsales con seriedad. Se trabaja todo el cuerpo, incluso músculos que se desconocen, pero de manera muy divertida, explica Lola Martínez, quien lleva varios años dando clase.

Mejora tu cuerpo y tu imagen

Es un ejercicio femenino y sexy que aumenta la autoestima, corrige la postura, aporta flexibilidad, ayuda a caminar con elegancia y es extremadamente divertido. Los giros alrededor del tubo, de manera más o menos sensual, son sólo el principio de esta disciplina, añade la especialista.

Únicamente con el tubo y en una hora se puede llegar a quemar entre 300 y 500 calorías, en función del esfuerzo que se realice y del nivel que se tenga, asegura Lola, quien tras los estiramientos iniciales, comienza la clase con unos giros alrededor del tubo.

A continuación se trepa por éste y después realiza figuras con inversiones corporales, giros rápidos, deslizamientos, cruce de piernas y sorprendentes acrobacias, que desafían a la ley de la gravedad al ritmo de la música.

Para todas las edades

El pole dance, que combina movimientos de danza, yoga, pilates y streching, ni requiere una estructura física determinada ni cualidades deportivas extraordinarias, basta con tener ganas de hacer ejercicio en un tubo vertical y de pasarla bien. "La edad tampoco importa, tengo alumnas de 50 años, de 30 y de 16", asegura Lola.

Las menores de edad necesitan autorización de sus padres o tutores, más que nada porque aún hoy a este ejercicio se le ve con cierto morbo y le ponen connotaciones y adjetivos que no le corresponden.

Sin bailes eróticos, lencería atrevida ni desnudos

Lejos de lo que muchos puedan pensar, en esta nueva disciplina física, más cerca de la acrobacia y de los movimientos aeróbicos que los espectáculos nocturnos, no tienen cabida los desnudos ni los bailes eróticos ni la lencería atrevida. "Se ve la misma cantidad de piel que se puede ver en cualquier otro ejercicio", añade.

Las prendas necesarias para practicarlo son shorts de algodón, camiseta y tenis. Los shorts son un requisito imprescindible, ya que la piel debe estar en contacto directo con el tubo para poder trepar y sujetarse; los tejidos como la lycra no ayudan.

No suele haber lesiones, lo más incómodo son las quemaduras por contacto, que en ocasiones surgen. Ante el espejo, como en cualquier otro ejercicio, en el pole dance no se ven cuerpos exuberantes o perfectos. Para su práctica solo se requiere concentración. La técnica y la fuerza se va adquiriendo con el tiempo.

Un poco de historia

Su origen se remonta al uso del mallkhamb, un tubo gimnástico que se utiliza desde hace más de 250 años en yoga para aumentar la masa muscular. En los años 20 surge el espectáculo burlesque en las ferias ambulantes americanas, en las que alrededor de la carpa principal se instalaban otras más pequeñas donde se podía ver a mujeres que bailaban con ciertos movimientos eróticos.

Debido al reducido espacio, esas bailarinas se acercaban al tubo que sostenía la carpa y lo usaban como un elemento más de su espectáculo. Con el paso del tiempo, se trasladó a los bares nocturnos.

En los años 80, los espectáculos eróticos tuvieron su auge y las strippers, además de la silla y el suelo, recurrieron al tubo para aumentar el erotismo en los shows. Fueron las propias bailarinas las que ofrecieron la versión deportiva de los espectáculos eróticos.

Tal es su éxito, que profesionales y amantes de este ejercicio en el Reino Unido están juntando firmas para que el pole dance sea ejercicio olímpico y cuente con una federación internacional.

No hay comentarios: